✨ Terapia Preventiva o Terapia Remedial: ¿Desde dónde estás acompañando?

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En el camino de quienes trabajamos con terapias holísticas, es fundamental comprender desde qué enfoque estamos abordando a la persona que llega a nuestro espacio: ¿estamos acompañando de forma preventiva o remedial? Esta diferencia no solo cambia el tipo de abordaje, sino también la profundidad del trabajo y las herramientas que empleamos.

Desde las Neurociencias aplicadas al área holística, entendemos que cada experiencia, pensamiento y emoción deja una huella en el sistema nervioso. Saber en qué etapa se encuentra la persona que consulta, nos permite elegir la estrategia más adecuada y amorosa para su proceso.

🌱 Terapia Preventiva: sembrar antes de que duela

La terapia preventiva tiene como objetivo fortalecer la salud integral antes de que aparezcan síntomas físicos, emocionales o mentales. En este caso, el consultante no necesariamente llega con un problema puntual, sino con el deseo de mantener su equilibrio, mejorar su bienestar o profundizar su autoconocimiento.

Se trabaja sobre el desarrollo de la conciencia, la gestión de emociones, la neuroplasticidad positiva y la armonía energética del cuerpo. Se abordan temas como el estrés, la ansiedad leve, la regulación del sistema nervioso, la respiración consciente y las prácticas diarias de autocuidado.

Aplicar la terapia en este sentido es educar al sistema cuerpo-mente-alma para que aprenda a autorregularse, generando circuitos saludables y resilientes a nivel neuronal.

“La prevención no es evitar el dolor, sino fortalecer el terreno donde la vida acontece.”

🔥 Terapia Remedial: intervenir cuando hay un desequilibrio

Por otro lado, la terapia remedial se enfoca en acompañar un síntoma ya instalado: puede tratarse de una crisis emocional, una enfermedad física, traumas no elaborados o patrones mentales que generan sufrimiento.

Aquí, el enfoque desde la neurociencia es ayudar al cerebro a desprogramar respuestas automáticas asociadas al estrés o al trauma, y crear nuevas conexiones más sanas y adaptativas. Se busca disminuir el dolor, regular el sistema límbico, trabajar sobre la memoria emocional, y reconstruir una percepción interna más segura y amorosa.

Este tipo de trabajo requiere tiempo, compromiso y herramientas específicas que favorezcan la transformación desde adentro.

“No solo se trata de aliviar el síntoma, sino de ir a la raíz con respeto, comprensión y ciencia del alma.”


💡 ¿Cuál es mejor?

Ambos enfoques son necesarios y valiosos. En nuestra tarea como terapeutas, es fundamental poder reconocer en qué momento está la persona y desde allí, elegir la forma de intervención más adecuada.

El verdadero poder está en saber que tanto la prevención como el trabajo remedial pueden integrar los saberes de la neurociencia con la sabiduría ancestral del alma, en una danza donde lo espiritual y lo científico se abrazan para sanar.


🕊️ Escuela Holística Kahuna
Por Lorena Jaroszczuk

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